El Peso del Pasado y el Regalo de la Libertad

En la vida, tomar decisiones es uno de los procesos más difíciles que podemos enfrentar. Cada decisión que tomamos puede marcar nuestro presente y futuro, y sin embargo, muchos de nosotros nos cuestionamos por qué no podemos tomar decisiones sin que nos cueste. La respuesta radica en que, a medida que vivimos, nos volvemos más temerosos de fracasar, decepcionarnos y sufrir. Estos temores se alimentan de nuestras experiencias pasadas y nos impiden ver el futuro con optimismo. Pero ¿qué pasa si nos paramos a reflexionar sobre nuestros errores y fracasos? ¿Qué pasa si nos damos el tiempo de curar nuestras heridas y sanar nuestras cicatrices? La verdad es que, a medida que nos enfocamos en el pasado, nos volvemos más negativos y nos cuesta encontrar sentido en la vida. Es como si una montaña de nieve que día a día se hace más grande y más pesada, hasta que no podemos movernos. Pero hay una manera más efectiva de enfrentar nuestros temores y nuestros errores. Una manera que no requiere de esfuerzo ni sacrificio, sino que es un regalo que nos es dado de gracia. Esta manera es acudir a Dios. Sin duda, Dios no solo nos ayuda, sino que nos cura con amor nuestras heridas del alma. No nos reprocha nuestros errores, sino que nos acepta tal y como somos. Una vez que hemos encontrado la paz y la liberación en Dios, podemos empezar a dejar atrás nuestro pasado. Como dejar que el agua corra o como corre el viento y vuela, sin saber de dónde vienen ni a dónde van. Al dejar atrás nuestro pasado, podemos empezar a ver el futuro con más optimismo, más felicidad. Podemos ver el futuro como una aventura de cine, un guion de ciencia ficción, lleno de posibilidades y oportunidades. Así que te invito a dejar atrás tu pasado y abrazar la libertad del futuro. Dale gracias a Dios y alza tus ojos, porque la vida está por delante y no por detrás. Recuerda que tú eres el único que puede cambiar tu vida y aprender a ser feliz. ¡No te quedes atrapado en el pasado! ¡Abre tus ojos y ve el futuro con esperanza y fe!